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Por fin, Michael regresó al Expanso de Origen.
Informó de su llegada a sus súbditos antes de hacer todos los preparativos para tomar un baño medicinal.
Even después de que sus doloridos músculos se sintieron mucho mejor tras devorar dos enormes platos de comida sabrosa y altamente nutritiva, Michael tomó el baño medicinal. Quería brindarle a su cuerpo el mejor tratamiento posible.
Mientras se sumergía en la bañera para relajarse, un joven entró en su habitación para entregarle a Michael el informe diario. Michael sonrió levemente al joven, quien sólo podía ver el rostro magullado de su Señor y los moretones por todo su cuerpo.
El joven se fue poco después, confundido e inseguro de qué tipo de tortura estaba atravesando su Señor fuera del Expanso de Origen.
Michael ni siquiera sabía que Frederik lo había dejado negro y azul. ¡Se sentía genial!
