—¡Vamos a Resplandor Plateado! —exclamó un jugador entusiasmado.
—Tenemos que ver esos equipamientos legendarios —comentó otro.
—Ese magnate anónimo es realmente generoso al subastar equipamiento de tan alto nivel —reflexionó alguien más en el canal.
—¿Quién tiene una invitación a la Casa de Subastas Brisa del Amanecer? Pagaré un alto precio por ella —ofreció un jugador desesperado.
En un instante, todo el mundo Godslayer estaba en alboroto.
Dentro de una habitación privada de una pequeña taberna en Resplandor Plateado, Darklord la estaba pasando en grande con una mujer en cada brazo, escuchando los informes de sus novatos.
—Darklord, los mejores jugadores de nuestra hermandad van a salir del calabozo mañana, así que podemos seguir llevándote a subir de nivel —informó un novato, echando miradas furtivas a las dos bellezas voluptuosas al lado de Darklord.