La partida de Bismarck y Riyatt, dos individuos de Phrus, trajo un palpable sentido de alivio al ambiente tenso de la esquina.
Anton, secándose el sudor de la frente, exclamó con un sentido persistente de alarma:
—Uf, esas personas de Phrus son realmente intimidantes. Solo con estar allí, ejercen una presión inmensa.
En ese momento, Howard se encontró capaz de sonreír nuevamente, tranquilizando a Anton con un tono relajado:
—Está bien, ya se han ido.
El banquete de la noche presentó un extenso discurso de Federico, cuyas palabras e ideas sorprendentemente hacían eco de las de Cotler.
Dados los esfuerzos actuales de Cotler para difundir sus ideas radicales por todo Phrus, Howard tenía razones para sospechar que las altas esferas de Phrus habían sido influenciadas por la retórica de Cotler.
La sugerencia anterior de Howard a Bismarck de mirar más allá fue un intento de animar a Phrus a expandir sus conquistas más allá de la periferia del continente.