Siendo uno de los Demonios más poderosos, la destreza en combate del Caballero de la Llama superó la imaginación de todos.
Destruyó sin esfuerzo la formación mágica defensiva que rodeaba el palacio del Duque Arsena.
El Caballero de la Llama avanzó hacia el gran salón del palacio del Duque Arsena, donde se encontró con la resistencia de los Guardias de la Facción del Orden que estaban allí apostados.
Sin embargo, no consideraba a estos guardias como oponentes dignos.
Con un solo hechizo ígneo, aniquiló a todos los guardias defensores.
Sin más obstáculos inmediatos en su camino, el Caballero de la Llama dudó antes de tomar más acciones.
A pesar de su fuerza, no estaba muy familiarizado con la distribución del palacio del Duque Arsena.
Frente a él, había tres diferentes corredores, y el Caballero de la Llama, siendo un formidable Demonio, sintió que estos tres corredores estaban imbuidos con el poder de un sello espacial.
