John retiró rápidamente su máscara de invisibilidad, reconociendo sus limitaciones.
Aunque proporcionaba ocultamiento, también restringía la capacidad del jugador para desatar todo su poder.
Luego activó su Dominio Triunfante, una habilidad especial que le permitía exhibir la forma de ataque perfecta de sus hechizos más poderosos.
Simultáneamente, John desató una ráfaga de hechizos ofensivos, cada uno con diferentes atributos, haciendo imposible para los demonios circundantes defenderse efectivamente del ataque.
Su movimiento estratégico frustró a los demonios preparados, impidiéndoles dominar rápidamente al grupo.
Después de repeler con éxito la primera oleada de ataques demoníacos, John se volvió hacia Adán y Mar Azul —No podemos dudar más. Aprovechemos esta oportunidad para escapar. Si nos demoramos aquí, vendrán demonios más fuertes y podríamos perder cualquier oportunidad de huir.
Adán y Mar Azul eran plenamente conscientes de la urgencia.