En la Gran Biblioteca de Ciudad de la Tormenta, John se encontraba en el último piso, observando el desorden.
La pared que una vez había sellado el Libro del Reino Astral estaba ahora completamente destrozada.
Solo quedaban fragmentos de las piedras selladoras, cada una conteniendo un poder inmenso.
Algunos de estos fragmentos de piedra selladora incluso podrían utilizarse como materiales primarios para pergaminos de teleportación.
Esta situación le dio a John una comprensión más profunda del Libro del Reino Astral.
—Parece que el Libro del Reino Astral no solo otorga un poder inmenso a su usuario, sino que también posee un control formidable sobre el espacio. Probablemente podría atravesar cualquier plano conocido —reflexionó John.
Aunque tenía sus especulaciones, no podía confirmar si eran ciertas, ya que el Libro del Reino Astral aún era objeto de disputa.
John era bien consciente de que la lucha por el Libro del Reino Astral no se resolvería rápidamente.