—Ya es demasiado tarde para explicaciones. El Señor Oscuro ya ha determinado tu traición, ¡y todos deben enfrentar el castigo! —Las palabras de Dark Edge, mientras se acercaba lentamente a SkyStars, impusieron una inmensa presión.
SkyStars continuó insistiendo en su inocencia, tratando desesperadamente de convencer a Dark Edge y a los demás.
—¡Escúchenme, realmente no lo traicioné! ¡Debe haber sido alguien más! Tengo pruebas; no he salido de Ciudad de la Tormenta recientemente. ¡Pregunten alrededor!
En su estado frenético, SkyStars buscaba razones, sabiendo muy bien que era poco probable que le creyeran.
Su única esperanza era ganar tiempo, depositando toda su confianza en la llegada oportuna de John.
—¿Crees que alguien va a creer en tus palabras? —DARK EDGE ahora estaba justo enfrente de SkyStars, su espada desenvainada y apuntando amenazadoramente a la mejilla de SkyStars.