En las densas junglas al norte de Puerto Karen, Darklord lideraba a los miembros de su guildia en una frenética excavación dentro de una cueva.
Él se paró en la entrada de la cueva, mirando en dirección a Puerto Karen con una expresión preocupada.
Sabía que Vidente Etéreo estaba comprometido en batalla con John allí.
Si Vidente Etéreo no podía derrotar a John, Darklord era consciente de que John pronto vendría en su busca.
—¡Pandilla de inútiles! ¿¡Todavía no lo han encontrado?! —Darklord bramó con impaciencia. —Vidente Etéreo me dijo que el tesoro está dentro de esta cueva y no debería tardar en ser encontrado!
Con el paso del tiempo, la paciencia de Darklord se desgastaba y comenzó a regañar en voz alta a sus subordinados.
Los miembros que había traído esta vez todos poseían el talento para manipular el elemento tierra, lo cual debería haber acelerado el descubrimiento de la ubicación del tesoro.
