Tras otro asalto infructuoso, Ghostblade finalmente adoptó un estado de máxima seriedad, poniendo su corazón y alma en la batalla, luchando fieramente contra John.
Todo el desierto parecía prenderse fuego con su combate, con cada choque entre John y Ghostblade enviando chispas volando.
La tensión en la arena se volvió palpable, con la audiencia conteniendo el aliento.
Finalmente, John desató un golpe letal, habiendo alcanzado su punto más alto en esgrima.
Un resplandor rápido como el rayo salió de su espada, dirigido directamente al corazón de Ghostblade.
Con la evasión imposible, Ghostblade no tuvo otra elección que parar.
Al encontrarse sus espadas, un estruendo ensordecedor resonó.
Ambos eran formidables, pero claramente el ataque de John llevaba la ventaja.
Su impresionante golpe hizo añicos el vacío, deteniéndose a solo una pulgada del corazón de Ghostblade.