Un brillo frío destelló en los ojos de John mientras una energía aún más formidable brotaba de su interior.
El Palacio Divino volvió a oscilar, impactando duramente contra el oscuro poder divino que rodeaba a Ghana.
Allí donde la radiancia de la hoja tocaba, parecía como si el mismo aire se rasgara en pedazos.
Los ojos de Ghana centellearon, revelando una malevolencia extrema.
Con rapidez, levantó la Libra, transformándola en un haz de luz oscura dirigido hacia John.
Con un rostro impasible, John alzó su espada para enfrentar el asalto de Ghana.
Moviéndose como el rayo, esquivó con gracia el poder divino oscuro que avanzaba de Ghana, mientras su Palacio Divino danzaba incesantemente en su mano.
Su radiante hoja trazó una estela en el aire, como la luz de las estrellas atravesando la noche.
Ghana rió maliciosamente, con una pizca de astucia brillando en sus ojos rojo sangre.