Dentro del oscuro Templo Piedra de Alma.
Cuando el Diablo Devorador de Almas Ghana cayó en silencio, una inquietante tranquilidad permeó el entorno momentáneamente.
Aunque la expresión de Ghana permanecía indescifrable, su mirada fluctuante traicionaba el tumulto que albergaba dentro, muy lejos de la calma superficial mostrada.
Las palabras de John no eran menos que un implacable ataque verbal, cada sílaba penetrando como una hoja afilada, clavándose directamente en el corazón de Ghana.
Tras pronunciar esos comentarios, John se abstuvo de más burlas, permaneciendo inmóvil en el lugar, permitiendo que Ghana se sumergiera en profunda contemplación.
Mientras tanto, los miembros del escuadrón detrás de John, con las cabezas gachas, exhibían expresiones peculiares.
Sus ojos se entrecruzaban mientras admiraban en secreto el coraje de su capitán.