Hills se acercó a Balga, captando su expresión cansada pero satisfecha.
Sonrió y dijo:
—Balga, bien hecho. Esa fue una criatura formidable, pero la derrotaste con relativa facilidad.
—Gracias, Hills. Fue tu sanación y mejora lo que me permitió perseverar hasta el final —respondió Balga con gratitud.
Hills negó con la cabeza suavemente con una sonrisa:
—No hay por qué dar las gracias. Esta es la fuerza de nuestro equipo. Mientras confiemos unos en otros y coordinemos sin problemas, ningún monstruo, por terrorífico que parezca, puede vencernos.
John tosió ligeramente, sacudiendo la cabeza de forma algo indefensa.
No podía determinar si su conversación provenía de sentimientos genuinos o si simplemente se parecía al diálogo rígido y torpe típico de los PNJs de los juegos.
Sin embargo, aquí estaban, entidades reales con inteligencia, lejos de ser meros datos en un juego.