Al escuchar las palabras despreocupadas de John, una sombra pasó rápidamente por los ojos de Mammon.
Parecía como si John hubiera tocado un nervio.
Con un soplido suave, Mammon respondió fríamente —Humano, no te atrevas a indagar en mis secretos; traería consigo una catástrofe que no podrías soportar.
A medida que resonaba la voz de Mammon, el vasto mar de Flores Azul Acuáticas a su alrededor empezó a ondular y mecerse, lanzando suaves olas azules.
John arqueó una ceja agudamente, riendo entre dientes —Nunca imaginé que en tu estado actual, aún tendrías la audacia de amenazarme.
—Eres, después de todo, uno de los 72 diablos del Abismo, el líder de la Legión del Deseo. ¿Qué demonios te ocurrió para dejarte en un estado tan lamentable?
Un brillo peculiar destelló en los ojos de John mientras reflexionaba despreocupadamente —¿Ocurrió algún levantamiento dentro del Abismo?