Tras mucha contemplación, John decidió que él avanzaría solo.
Con una mano retuvo a Adán y susurró al dúo:
—Entraré primero, exploraré el camino. Si no hay peligro inmediato, sigan en dos minutos.
La decisión de John estaba arraigada en el marcado contraste de fuerza entre ellos.
El vínculo que compartían era sólido, y John siempre había tenido una buena impresión de Mar Azul y Adán.
De haber sido otra persona, John podría no haberse preocupado por su seguridad.
Desde la perspectiva de John, a pesar de que había una fuerza misteriosa detrás de la entrada que se oponía a su poder divino, no significaba necesariamente que esta entidad fuera más fuerte que él.
El incidente anterior en la Cueva de Huesos había involucrado a la deidad de nivel divino, Ángel Caído Leviatán, y solo entonces la misión del mercenario fue etiquetada como la dificultad más alta —roja.