Adán y Mar Azul se mostraban principalmente indiferentes a las miradas de los jugadores que los rodeaban.
Evidentemente, se habían acostumbrado a ser el centro de atención.
Sin embargo, John todavía lo encontraba desconcertante.
No podía describir exactamente lo que sentía.
Los señalamientos y discusiones de los jugadores cercanos le daban la sensación de estar totalmente expuesto a la vista pública.
Afortunadamente, llevaba la máscara de Asura.
Sin ella, John temía que podría haber sentido el impulso de huir avergonzado.
—Vientogalante, ¿qué te pasa? —al notar la tensa actitud de John, Adán preguntó con una risita suave.
John solo respondió con una sonrisa forzada.