En la habitación donde la pasión acababa de cesar.
John sostiene a la ya exhausta Emma en sus brazos, disfrutando de la tranquilidad tras el placer.
Acababa de tomar una ducha caliente y tan pronto como volvió y se acostó, la somnolienta chica se acurrucó activamente contra él.
Dos cuerpos desnudos se presionaban el uno al otro, y en poco tiempo, sus temperaturas corporales comenzaron a elevarse de nuevo...
Emma empujó la barbilla de John, haciendo pucheros —Nada más de cosas traviesas, duele allí abajo...
Ella ya había sentido las señales del 'dragón' abajo revolverse de nuevo, e intentó rápidamente sofocar las ideas de John.
John rió con cariño, acariciando suavemente la lisa y blanca espalda de Emma.
Él también sabía que no podía ser demasiado exigente.
Después de todo, esta pequeña aún era joven, y su cuerpo no podría soportar sus actuales deseos.
A pesar de que Emma no rechazaría otra ronda, el desgaste físico sería real.