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La aldea de hombres lobo estaba compuesta mayormente por casas construidas de piedra, cuyas paredes estaban sin adornos.
Las piedras se habían excavado de forma improvisada de la montaña y se usaban para construir las viviendas, encajando con la búsqueda de lo salvaje y natural por parte de la raza de hombres lobo.
Sin embargo, la iglesia frente a ellos era diferente.
Su exterior estaba claramente pulido y refinado con esmero.
En la parte superior del techo, una escultura en forma de media luna había sido cuidadosamente tallada en piedra.
El maestro vidente hombre lobo, Likexei, empujó las grandes puertas de la iglesia con manos temblorosas.
Primero, entró él.
Cuando John y los demás lo siguieron al interior de la iglesia, vieron a Likexei colocando la botella que contenía las cenizas de su nieto en una plataforma en el centro.
En el corazón mismo de la iglesia, había una escultura circular de piedra, de aproximadamente la altura de un humano.
