La sonrisa en el rostro de Benjamín se amplió y se volvió aún más cordial.
Claramente, estaba muy satisfecho con la respuesta de John.
Este joven no era ni arrogante ni codicioso.
En esta inquieta era, un joven tan estable era bastante raro.
Benjamín reflexionó un momento, luego dijo gravemente:
—Eso no es del todo cierto. Después de todo, por lo que entiendo, la situación era muy crítica en ese momento. Saltar al agua para salvar a alguien era un riesgo para tu propia vida. Sin embargo, no vacilaste en arriesgar tu seguridad para salvar la vida de mi hija. Esta cualidad es bastante loable.
—Después de rescatarla, dejaste la escena sin armar un alboroto, lo que nos dificultó mucho encontrarte. —El Alcalde Daniel agregó con una risa—. Esto es a lo que se refiere el viejo dicho de 'hacer el bien sin mirar a quién'.
Benjamín asintió profundamente, y luego añadió:
