Leo habló con Madison unos minutos antes de que su padre la llamara.
—Lo siento, mi padre me está llamando. Nos veremos en el camino, entonces. —Ella se fue a responder su llamada mientras Leo volvía a su estado original. El tiempo pasó y era hora de partir hacia Eldridge.
—¡Reúnanse! ¡Nos vamos! ¡Solo los Mercaderes de Ficha Azul! —Leo escuchó los anuncios de Joshua y se levantó. Caminó lentamente hacia el centro donde Joshua estaba reuniendo a todos los miembros de su caravana.
La caravana estaba compuesta por unas veinte personas, cada una con su propio carro o caballo. Los carros eran tirados por dos caballos a la vez. De las veinte personas, diez parecían ser guardias contratados por los mercaderes para proteger la mercancía.