De inmediato se sumergió en su mente y observó la planta para ver qué había ocurrido con el núcleo. El núcleo había desaparecido por completo y la planta había crecido un pie entero. Desarrolló múltiples ramas y hojas, ahora parecía una planta bien alimentada.
Sonrió. Este crecimiento era lo que esperaba gracias al núcleo y lo había conseguido. Las hojas valían mucho más que lo que podría venderse un Núcleo de Bestia de 4to Círculo normal. Esto aceleraría mucho más su crecimiento.
Volvió al mundo y abrió los ojos. Ahora que sabía que el Núcleo de la Bestia había hecho lo que debía, retomó la práctica. Aún tenía que perfeccionar sus técnicas y hechizos. Solo entonces podría aumentar adecuadamente su poder.
Mantenía una rutina estricta que no le daba tiempo para aventurarse afuera. Solo rotaría los hechizos y entrenaría en ellos hasta que ya no pudiera entrenar porque había agotado toda su magia. Cuando eso ocurría, tomaba una hoja y la usaba para recolectar magia. Luego, volvería.