Una vez que todos estuvieron acomodados, tomando chocolate caliente, Archer se dirigió al grupo. —Okay, chicas, primero llevé a Ella y Nala a una cita, pero hoy llevaré a Hécate y Nefertiti.
Una ola de reacciones inundó la sala; algunas chicas parecían enojadas, y otras celosas. La tensión aumentó, acercándose a un punto crítico, provocando que Archer interviniera para desactivar la discusión inminente.
Nefertiti sonreía emocionada, pero Hemera interrumpió. —¡Cariño! ¿Por qué no me llevas a mí en lugar de a Nefi?
La mayoría de las chicas discutían entre ellas, pero otras estaban calladas, como Halime y Llyniel.
Llyniel salió del salón después de sentirse incómoda, mientras que la chica serpiente estaba callada, simplemente sentada allí.
El ambiente de la habitación se tensó a medida que las nueve chicas discutían sobre las citas venideras. Ante el creciente discord, Archer levantó la mano, señalando que quería silencio.
—Bien, chicas, calmémonos —dijo con firmeza.