Archer tomó una gruesa capa de invierno y la envolvió alrededor de Nala, quien, confundida, preguntó:
—¿Por qué me estás vistiendo?
—Hace frío afuera, y tal vez lo sientas, pero esto te mantendrá caliente. Además, no podemos dejar que la gente te vea con tu equipo de entrenamiento. Solo yo puedo ver eso. —comentó con una sonrisa.
Observó a la chica león que examinaba la capa. Archer no pudo evitar notar lo adorable que se veía. La capa envolvía su figura, enfatizando los delicados rasgos de su rostro. Su rebelde cabello rubio caía desordenadamente, creando un marco cautivador alrededor de su semblante. El aire frío jugueteaba con su cabello, haciéndolo danzar en la brisa invernal. Divertido por la vista, Archer observaba cómo las orejas de león de ella se movían en respuesta a los sonidos ambientales a su alrededor.
El contraste entre la suavidad de la capa y la belleza indómita de su cabello y orejas le pareció entrañable.