Hemera alzó la mirada hacia él con sus ojos dorados, mostrando una encantadora sonrisa —Gracias por ayudar a los soldados, Archer. Tu asistencia salvó vidas y minimizó las heridas entre los estudiantes.
Él asintió y respondió —No hay problema. Obtuve una valiosa experiencia de la lucha.
La voz de Teuila se llenó de disgusto cuando preguntó —¿Qué eran esas criaturas? ¿Las ratas espeluznantes y las de piel blanca retorcida?
Archer respondió —Las ratas se llaman Ratlings, y las otras son Blightborns. Los más grandes son Ogros Rata.
Un recuerdo lo golpeó: un libro que había leído acerca de La Perdición de Frostholm, una ciudad comercial próspera en su tiempo
—Frostholm —comenzó él— era una ciudad comercial próspera hasta que cayó ante criaturas desconocidas. Quedó sellada por la muralla de Frostholm, vista solo por unos pocos supervivientes.
Archer pintó un cuadro vívido, describiendo la grandeza y los mercados bulliciosos de Frostholm antes de su trágica caída.