June miró a las cuatro personas en el escenario. Estaba sentado debajo de ellos y, aunque cerca, sentía que la brecha entre ellos era demasiado grande.
No conocía el impacto de las prácticas pasadas que habían tenido, pero June sintió que era enorme, uno que lo ponía detrás de ellos.
Miró la partitura en sus manos y leyó las partes resaltadas.
Por ahora, solo tenía tres líneas, todas con palabras limitadas. Ni siquiera iba a cantar en ninguno de los coros excepto en el último, así que el arreglo ni siquiera se había alterado a un grado ridículo.
Pero, de nuevo, él era solo un recién llegado al grupo, así que sentía que no tenía otra opción más que aceptar lo que se le había dado. Ser invitado a un escenario glorioso ya era una gran oportunidad para un novato como él.
La música empezó, sacando a June de sus pensamientos.
