Larisa explicó que ningún humano logró matar a un dragón durante su tiempo, junto con el acuerdo de Nigel, que provenía de su entendimiento y memorias compartidas. Se basaban en sus experiencias y conocimientos, reflexionando sobre la era de la que procedían y las limitaciones que enfrentaban los humanos contra los dragones.
Durante el período que recordaron, los dragones tenían una ventaja abrumadora en términos de poder, fuerza y habilidades en comparación con los humanos. La inmensa diferencia en capacidades hacía casi imposible que los humanos combatieran o mataran dragones exitosamente.
Larisa y Nigel podían recordar el momento en que obtuvieron sus poderes. Entendieron que su propia ascensión a una forma de existencia superior ocurrió después de que adquirieron sus habilidades, pero no evolucionaron después de eso.
—Oh? Este es un lugar interesante... —dijo Isa de repente.