Mientras Rain pensaba en lo que debía hacer, perdió varias horas sin llegar a ninguna conclusión. Solo encontró su respuesta cuando vio a sus hijos entrenando bajo la observación de Terra y Seara. Sealyn también los observaba en silencio. Parecía que ella también estaba absorta en el combate simulado.
—Recuerda esto: si ves una apertura, no dudes en aprovecharla —dijo Terra—. Tampoco dudes en usar la debilidad del adversario. Si están heridos en la pierna, patea esa pierna. Si sus brazos están rotos, golpea esa parte rota.
La reacción de Rain a las palabras de Terra fue un ceño fruncido que traicionó una mezcla de desacuerdo y preocupación. Mientras reconocía la importancia estratégica de explotar las vulnerabilidades de los adversarios, se encontraba preocupado por la noción de impartir ideas tan complejas a sus hijos.
