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Después de varias horas de sexo sin parar con sus casi dos docenas de mujeres, el avión de Alex finalmente aterrizó en la pista privada del exclusivo paraíso tropical. Al salir del avión, las mujeres se quedaron estupefactas por lo que vieron.
Un grupo de mujeres jóvenes y bellas se reunió para recoger las maletas del grupo y escoltarlas hasta la mega mansión que las esperaba. Mientras tanto, Alex aspiraba el fresco aire del Pacífico y sonreía, mientras que sus mujeres estaban completamente emocionadas por la perspectiva de estar en una isla durante todo el verano.
—¡Como O.M.G! Papito, no me digas que alquilaste una isla entera para el verano? ¡Eres tan genial! —exclamaba una de ellas.
Alex negó con la cabeza y le dio una lección a la chica que apenas se había graduado del instituto recientemente sobre la realidad de su situación.
