—Las palabras de agradecimiento a menudo pueden parecer vacías, así que lo mejor que se me ocurrió son estas dos espadas.
—No puedo acompañarte en tu viaje, ya que necesito ayudar a Antalya a cuidar esta taberna. Pero estas dos espadas te acompañarán, una es para ti y la otra es para Ali.
Diciendo esto, Greg levantó cuidadosamente la espada recta larga de la caja.
Sus movimientos eran cautelosos, sosteniendo la empuñadura con una mano y pellizcando la punta con la otra, su expresión seria como si no sostuviera un objeto inanimado sino un pez que podría resbalarse en cualquier momento.
Este pez tenía una espina letal.
La mirada de Howard estaba cautivada por la línea plateada en la hoja.
Aunque prefería las espadas, no le importaba probar otras armas.
Podía sentir el frío llenando la habitación, indicando que esta arma no era una cualquiera.
—Esto se llama Ripper Mk II, originalmente era el arma de Soma, un prototipo.