Regresando a San Diego de nuevo, Jonathan tenía a Zebulon con él.
Usando Sonido del Encanto, Jonathan borró los recuerdos del personal del hospital para que pensaran que Zebulon había sido dado de alta adecuadamente, permitiéndole ahora moverse libremente. Justo después de llegar a San Diego, Jonathan fue inmediatamente a ver a la tía de Zebulon, usando Sonido del Encanto en ella también. Zebulon sentía que era más seguro si su familia permanecía ajena.
Sin un lugar propio, Zebulon se instaló temporalmente en casa de Jonathan.
—Tu casa luce exactamente igual que antes.
—Sí, todas cosas viejas que no soporto tirar —Jonathan respondió, entregándole a Zebulon ropa nueva que había comprado—. Usa la mía después de tu ducha. El pantalón podría ser un poco largo...
—De acuerdo. —Zebulon, quien se había cambiado apresuradamente de su bata de hospital la noche anterior, se refrescó rápidamente y se puso la ropa de Jonathan, finalmente pareciendo el joven vibrante que era.
