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—El segundo lote de probadores beta, que suman cien mil personas, probablemente ingresó a este mundo a medianoche, hace solo unos minutos —Jonathan le dio a Moss esta crítica información siguiendo la secuencia de procesos—. Esto causará un enorme choque al orden mundial, y muchas personas morirán.
Moss guardó silencio por un momento, luego dijo de manera tranquilizadora:
—Entiendo. Pareces muy cansado y ansioso. ¿Es por esto?
Jonathan respondió:
—No del todo. Es solo que... una vez más, he comprendido lo precaria que es mi situación. No importa cuán ferozmente luche, aún así podría enfrentar un final sombrío. Atrapado entre la opresión de dos mundos, me he convertido en una rata de laboratorio, atrapada, sin autonomía ni libertad. Mi vida no me pertenece, y otros la manipulan.
—¿Estás retrocediendo? —preguntó Moss.
