—¿Quién va a hacerlo? —preguntó Wyntor, mirando solo al Ataúd Gritón.
Era casi como si estuviera mirando un ataúd de verdad.
—Puedo hacerlo yo.
Todos se volvieron a mirar a Trevor.
—Para este tipo de misiones me contrataron —dijo Trevor con un suspiro.
Como era natural, al ser de los Arrabales, Trevor había pasado por muchas mierdas en su vida, pero matar a alguien era algo que aún no había hecho.
Pero ahora, estaba dispuesto a seguir adelante con ello.
Incluso más, su objetivo era un chico de 14 años.
Jenny miró a Trevor y se sintió bastante mal.
Jenny ya se sentía culpable por haber sospechado antes que Trevor podría ser un traidor, y que Trevor se ofreciera para matar a un niño definitivamente no ayudaba.
—Ese no es tu trabajo —dijo Nick con un suspiro.
—Lidiar con los empleados es mi trabajo —añadió.
Luego, Nick miró al suelo con una expresión casi apática.
—Además, Pator no es la primera persona que mato —susurró.
Jenny tomó una respiración profunda.
