Y sin embargo, Nick aún se sentía incómodo e inseguro.
—No creo que eso sea exacto —dijo Nick—. He hecho cosas de las que no estoy orgulloso.
—Como todos —dijo Simón—. Todo el mundo ha hecho cosas malas en su pasado, pero no todo el mundo se arrepiente de haber hecho esas cosas malas, y no todos dejarán de hacerlas.
—No sé qué has hecho en el pasado, ¿pero volverás a hacer esas cosas? —preguntó Simón.
Nick pensó en Horua.
—No —respondió Nick muy rápidamente—. Jamás.
—¿Y quieres rectificar las cosas que has hecho? —preguntó Simón.
—Más que nada —respondió Nick.
Simón asintió. —Eso es todo lo que puedes hacer y lo que podemos pedir. Mientras intentes lo mejor para redimirte, nadie te culpará.
—No puedes pedir más que lo mejor.
Aun así, Nick seguía sintiéndose inseguro.
Simón sabía en qué estaba pensando Nick.
Simón era muy viejo y había visto a muchas personas a lo largo de su vida.
—¿Estás bien con el Zephyx? —preguntó Simón.