Además de sus núcleos de mana y voluntades, los Aeonianos podían utilizar el mana en la atmósfera en cualquier momento dado.
Su poder se manifestaba mediante un espectro de colores, cada uno representando una etapa distinta de control y fuerza.
A medida que avanzaban por estas etapas, aumentaban su poder refinando su control del mana y mejorando sus capacidades.
En la primera etapa, su piel brillaba con un azul sereno. Esta etapa inicial marcaba su poder base, donde los Aeonianos tenían un control sólido sobre el mana en el aire.
En esta etapa, su enfoque estaba en realzar su cuerpo externo—músculos, huesos y piel—otorgándoles habilidades físicas mejoradas y resistencia.
Su mana fluía a través de estas estructuras externas, fortaleciéndolas contra el daño físico y aumentando su fuerza y agilidad.