~FSHUUUU!~
El aire estaba espeso, cargado de ceniza y el hedor acre de la putrefacción.
—Huff... Ack —Rey tosió mientras se levantaba del duro suelo, sus brazos temblando bajo el peso de su propio cuerpo.
Parpadeó rápidamente, su visión borrosa, como si el mundo a su alrededor hubiera sido sumergido en humo y ruina. Lentamente, su entorno se enfocó, y lo que vio lo paralizó en su lugar.
Desolación.
Dondequiera que miraba, el caos reinaba supremo.
Metal retorcido, concreto destrozado y tierra ennegrecida se extendían en todas direcciones. Fuegos ardían a lo distancia, su resplandor proyectando una luz ominosa sobre el horizonte irregular. Las formas una vez familiares de los edificios ahora eran irreconocibles, reducidas a ruinas esqueléticas.
Arriba, el cielo se arremolinaba en tonos antinaturales—grises, rojos y rayos de relámpagos amarillos enfermizos crujían en las nubes.