—No puedo permitirme perder.
Mientras este pensamiento resonaba en la cabeza de Adonis, apretó los dientes y se preparó para liberar un poco más de poder del que había planeado.
—Rey, tú... superaste el límite que mostraste durante las peleas. Subestimé hasta dónde estabas dispuesto a llegar para ganar —sus pensamientos se dispersaron—. Pero, si estás aumentando tu producción de poder, solo es justo que yo haga lo mi
—¡No lo creo! —Como una sombra, Rey se acercó sigilosamente a Adonis y lo agarró de la cara.
—smo
Adonis sintió que su cuerpo caía al suelo a una velocidad anormalmente rápida justo cuando completaba su pensamiento, y antes de que pudiera responder adecuadamente...
~BOOOOOOOOOOOOM!!!~
... Su espalda se estrelló contra la dura superficie del escenario.
—¡Gah! —Adonis no sintió mucho dolor, pero sí un malestar increíble, ya que la palma de Rey estaba firmemente plantada en su cara sin posibilidad de salir.
