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—¡Lo tengo! —Después de un largo momento de silencio que se sintió como días, Rey finalmente habló.
Había estado en profunda contemplación sobre los sentimientos no deseados, pero crecientes, de Lucielle hacia él; particularmente cómo detenerlos antes de que se desarrollaran aún más.
No parecía haber nada que pudiera hacer al respecto... hasta ahora.
—¡Podría ayudarte a superarme haciendo cosas que no te gusten! —dijo él, con una amplia sonrisa pegada en su rostro.
Tenía que haber pensado que su idea era grande y brillante, por la energía que mostraba al dar su sugerencia. ¿No era acaso genial?
—A veces, la gente le gusta otros sin entender completamente cómo son realmente. Pero una vez que lo entienden, esas sensaciones se desvanecen. —Si Rey podía hacer que Lucielle le tomara aversión, él podría corregir las emociones que actualmente asolaban su cuerpo adolescente.
Pero
—Tal vez eso podría funcionar... —Tan pronto como Lucielle dijo esto, Rey se iluminó.
