—Así que... con todo eso resuelto, ¿cuál es exactamente mi papel en todo esto? —preguntó Rey, acomodándose en su asiento mientras miraba a Ater.
Le habían informado, en gran detalle, sobre la estrategia de Ater para incapacitar al Imperio del Dragón y avanzar en la salvación general de H'Trae, pero Rey aún no entendía dónde encajaba en el rompecabezas.
—¿Hay algo que se supone que debo hacer, o...?
—No necesitas preocuparte por tales trivialidades, Maestro —respondió Ater con una ligera sonrisa, inclinándose ligeramente—. Todo lo que tienes que hacer es mantener tu tapadera y continuar actuando como un estudiante de la Academia Imperial.
En esencia, debía sentarse y disfrutar del espectáculo.
—Ya veo. Justo —dijo Rey con un suspiro breve antes de volver a ponerse de pie.
—¿Ya te vas, Maestro?
—Sí. No quiero que las cosas se vuelvan demasiado agitadas en el refugio antes de que regrese. Si eso sucede, mi clon podría delatarme, y no querría eso...