—E-eh… —murmuró confundido.
Rey ya había sentido que algo no estaba bien justo cuando él y su grupo estaban a punto de llegar a su destino, pero nada podría haberlo preparado para lo que terminó presenciando.
El momento en el que todos llegaron al campamento, fueron recibidos con la situación más inesperada de todas.
—¡Caos!
Un caos absoluto e indómito atrapó la atención de estudiantes y personal por igual una vez que recobraron el sentido.
Ruidos de explosiones.
Gritos de batalla.
Ecos de muerte... de destrucción.
Todo inundó la mente de los Dragones de golpe, sobrepasando los sentidos de todos aquellos que esperaban una cálida bienvenida al campamento que se suponía era seguro y estable.
—Este Campamento... ha colapsado, ¿verdad? —pensó Rey para sí mismo mientras echaba un vistazo a su alrededor.