Mientras se mantenía quieto, observando a la mujer en la pared, Rey recordó las palabras de los Ancianos.
Le recordaban sus pecados.
—Al parecer, lo que se conoce como El Oráculo es una amalgama de las voluntades de todos los predecesores que vinieron antes del anfitrión actual, todas las cuales se encarnarán en un solo avatar.
El Oráculo actual tenía la personalidad conjunta de los que estuvieron antes de ella, y si Esme se convertía en El Oráculo, sufriría el mismo destino.
—No puedo permitir eso. Si lo hace... ella ya no será Esme.
Para evitar que tal cosa sucediera, la única esperanza visible que tenía era el Elfo que actualmente tenía ante él.
—Solo tengo que encontrar la forma de purificarla. Pero, incluso eso parece imposible en este momento.
Aun así, era mucho mejor que la alternativa.
Los Elfos que nacían compatibles con el Oráculo —como Ciela y Esme— solo nacían cada mil años o más. También solo podía haber uno a la vez.
