Gratiana apretó los dientes mientras caminaba detrás del Rey Skylar.
Tenía la cabeza algo inclinada, colgando avergonzada en sus hombros mientras contemplaba todo lo que acababa de suceder.
—Haa… haaa…
Suspiros vaporosos escapaban de sus labios con cada paso que daba y, cada dos segundos, levantaba la mirada para mirar al hombre que caminaba a unas pocas pulgadas de ella. Desesperadamente quería cerrar la distancia y acceder a lo que se le negaba, pero
—¡No! ¿Qué estoy pensando? ¿Por qué estoy… qué pensarían las chicas?
Gratiana hizo todo lo posible por ocultar la inmensa culpa que estaba brotando en ella, pero se estaba volviendo demasiado para soportar. Hace unos momentos, cuando el Rey le habló sobre el regreso de Los Jóvenes, se sintió decepcionada.
Fue solo por un instante, pero ciertamente pensó:
—¿Por qué tenían que regresar ahora?