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—Ya veo. Así que eso es lo que pasó…
La voz de Noah resonó en el amplio salón mientras Rey asentía con la cabeza. Este último acababa de contarle al primero todo sobre su relación con Esme, bueno, los detalles importantes de todos modos, y cómo en ese momento estaba buscando a ella.
Al principio, Noah se alivió al descubrir que Esme no estaba relacionada de ninguna manera con Rey, aunque eso ya debería haber estado claro.
Sin embargo, cuanto más hablaba Rey sobre ella, más Noah comenzaba a ver algunos signos problemáticos.
Signos tanto de Rey como de la Esme de sus historias.
—¿Se gustan estos dos? —pensó para sí mismo, aún contemplando si debía hacer la pregunta o guardársela.
Por la forma en que Rey hablaba, parecía como si todo lo que mencionaba fuera normal. Probablemente el chico no pensaba nada de su relación.
—Si ese es el caso, entonces mejor no le doy ideas mencionándolo.
