—¿Voy a... morir aquí...? —Cuando Rey despertó por primera vez de su letargo y llegó desesperado a la Capital, su motivación era salvar a sus amigos y a los humanos que se había resuelto proteger.
Nunca realmente consideró la posibilidad de que se encontraría en este tipo de situación; una en la que estuviera tan impotente.
... Tan débil.
Olvida salvar a otros, ni siquiera podía protegerse a sí mismo.
Aunque las cosas rara vez salían según el plan, de alguna manera siempre salvaba el día. Protegía la Capital entera del asalto del Comandante Dragón. Ayudaba a derribar una Organización Criminal completa, y conquistó un Calabozo de Clase de Gran Calamidad.
Fue capaz de derrotar a un Señor Dragón No Muerto, y aunque no estaba del todo seguro de la altura de poder que había alcanzado, Rey se sentía confiado en que posiblemente pronto podría enfrentarse a un Señor Dragón.
Tal vez todo eso era su arrogancia jugando.