El lúgubre silencio que envolvía la extensión parecía durar una eternidad.
Entre los que aún estaban conscientes, había que tomar una decisión, pero no era fácil de tomar.
—No dije nada antes porque nunca quise que ustedes lo usaran. Como el futuro de la Humanidad, si alguno de ustedes sucumbe a una maldición que les cause daño permanente, o les saque de la lucha, entonces... nuestras posibilidades de victoria a largo plazo se verán enormemente comprometidas.
Cuando Adonis dijo esto, un leve bufido resonó desde Alicia.
—¿Entonces por qué lo sugieres ahora?
Su rostro se ensombreció aún más mientras apretaba su puño, preparándose para responder a la pregunta.
—Las circunstancias han cambiado. La forma en que lo veo... esta vez realmente no hay salida. La Humanidad está condenada de cualquier manera, así que lo mejor es que luchemos con todo hasta el amargo final.
Sería insensato no usar todo lo que tenían a su disposición en este punto.
