La jerarquía dentro de la Ciudad de los Aventureros no era arbitraria.
Había una razón por la que los Aventureros estaban divididos en cuadros, y no era solo por estatus y riqueza. La razón más importante era la competencia.
Qué tan fuerte era una persona determinaba su Rango.
Entonces, ¿cómo se podía examinar esta fuerza? No se podía medir adecuadamente con meras exhibiciones de Habilidades o exámenes escritos. Incluso el entrenamiento de combate o los duelos no podían sacar a relucir todo el potencial o poder de una persona.
Solo había una forma verdadera para que un aspirante a Aventurero demostrara su fuerza.
—¡Cazando Monstruos!
Un Aventurero hacía muchas cosas, pero la especialidad del oficio seguía siendo la Exterminación de Monstruos y la Exploración de Mazmorras.
Nadie lo hacía mejor que los Aventureros.
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