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—U-urgh...
Aurora sintió una aguda sensación en su cabeza mientras despertaba en una expansión de flores.
El lugar estaba iluminado por fuentes de luz parecidas a luciérnagas que flotaban alrededor de todo el jardín, que parecía existir en una cueva.
—¿Estamos de vuelta aquí...? —Los pensamientos de Aurora se dispersaron mientras miraba a su alrededor.
Veía a sus hermanas aún dormidas. En total eran doce.
—¿Qué pasó entonces? ¿Qué hicieron los humanos? Mi memoria está borrosa…
Lo último que recordaba era el intercambio de bienes con los humanos, y luego se separaron.
—¿Fuimos atacadas en el camino de vuelta? ¿Fue un Dragón? —No, si ese fuera el caso, ya estarían muertas.
Además, Aurora todavía tenía la bolsa que contenía los Anillos Espaciales en su posesión. Todos los ítems estaban seguros y sus doce hermanas estaban a salvo.
Un Dragón no mostraría ese tipo de misericordia.
