Alicia White pasaba las páginas del libro que estaba leyendo, consumiendo en silencio la información contenida en él.
Mientras sus ojos temblaban entre cada letra, cada palabra, ella podía ver toda la información que deseaba entender.
Sin embargo, por alguna razón desconocida, no podía asimilarla.
«Parece que mi mente se está distrayendo de nuevo...», pensó Alicia para sí misma.
Luego de leer durante horas sin fin, parecía que había llegado finalmente a su punto de saturación del día.
«Ya son como las 7 PM. Quizás debería tomar un descanso...»
Cuando suspiró y cerró el libro que leía, un pequeño suspiro se escapó de sus labios.
Miró alrededor y notó que no había nadie más en la biblioteca aparte de ella.
Momentos como estos se sentían solitarios, pero también de algún modo reconfortantes.
No había ojos que la miraran con desprecio ni bocas que la criticaran.
«No está tan mal...»