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[Al día siguiente]
—Ha llegado el momento, mis queridas hermanas.
Aurora se encontraba frente a diez elfos, todos ubicados en la cima de lo que se podría considerar una colina.
Era un terreno elevado, con un valle que se extendía abajo hacia el grupo de montañas que era su objetivo. Habían hecho una cueva dentro de esta colina como su hogar, pero ahora estaban al aire libre.
Los diez elfos frente a Aurora llevaban togas aparentemente hechas de retazos de plantas y flores.
Sus atuendos coloridos irradiaban calidez y belleza, y las expresiones en sus rostros complementaban enormemente lo que vestían.
Cada elfo era asombrosamente bello. El color de su cabello parecía tropical, y su piel clara emanaba magnificencia.
Por supuesto, sus orejas puntiagudas también añadían a esta belleza exótica.
No obstante, entre todos ellos, Aurora era la cima de la elegancia.
