—WHUUSH! —La hoja llameante resonaba con las flechas de viento, causando el nacimiento de un rugiente torbellino.
Tajos de fuego se elevaban formando un torrente de remolino mientras las flechas estallaban en un vórtice de viento.
El resultado era una combinación de llamas y viento que envolvía al enemigo,
El torbellino de llamas ascendía alto, envolviendo completamente a Anukus en su abrasador abrazo.
Tajos de viento continuaban desgarrando al objetivo mientras el fuego los convertía en crujientes ardientes.
Seguramente, nadie podría sobrevivir a eso.
—FSHUUUU! —El torrente llameante se dispersaba al instante, convirtiéndose en meras chispas centelleantes en un segundo.
Y de pie en medio de todo estaba Anukus, con una mano levantada y una expresión demencial en su rostro.
Asher podía verlo, y no le gustaba la sensación de presentimiento que recorría su mente.