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—Entonces... cuéntame tu plan.
En el salón exclusivo al que solo Ralyks y la autoridad apropiada de KariBlanc podían entrar, el hombre de oscuridad se sentaba cómodamente mientras hablaba.
Tenía una taza de té en su mano, sorbiendo su contenido a través de la pequeña ruptura espacial que creó en la superficie de su máscara.
Esta iba directamente a su boca, así que a pesar de llevar una máscara, Ralyks no tenía problemas para disfrutar de la fina bebida que se le había servido.
Ante él estaban Rebal Blanc y un Asher, ambos adoptando la misma posición que la última vez.
Rebal estaba sentado, y Asher de pie a su lado, observando silenciosamente la conversación con las manos firmemente colocadas detrás de él.
Ralyks acababa de decirles que explicaran su plan, por lo que Rebal ya estaba colocando un gran pergamino en la mesa central.
No pasó mucho tiempo antes de que empezara a hablar.
