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—Parece que efectivamente eres el enemigo...
Cuando Rey habló, sacó una espada aparentemente de la nada.
La hoja era negra obsidiana, con varias runas escritas en su superficie plana. Las runas brillaban cuando él traspasaba energía a través de su empuñadura.
Era uno de los objetos que había comprado, y hasta ahora estaba oculto en su [Inventario].
—... Sucio Dragón —Rey apuntó con su espada a su oponente, una amplia sonrisa en su rostro. Nadie podía ver su sonrisa, sin embargo. Lo único evidente para todos era la siniestra máscara de oscuridad que cubría su cara.
—He visto tus Estadísticas y Habilidades. Eres increíblemente fuerte —más fuerte que cualquier cosa que haya enfrentado antes. Sin embargo...
Rey se sintió aliviado. Como si un peso pesado hubiera sido levantado de su pecho.
—... ¡Puedo ganar!
—¿Qué... eres tú? —La voz del Comandante Dragón—Jer'ard—resonó en el aire. Rey tomó precauciones mientras lo observaba, aunque no dio respuesta alguna.
